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(El Franco, Asturias, 25 de abril de 1927 - 11 de abril de 2009) Fue la única mujer entre los cinco hijos del matrimonio y de pequeña era conocida con el apodo de Socorrín, de donde surgió el hipocorístico Corín. En 1939, tras la guerra, la familia se instaló en Cádiz. Leía muchísimo, en especial, a clásicos franceses como Alejandro Dumas y Balzac. De los españoles admiraba, sobre todo, a Miguel Delibes.

Corín se recuerda como una muchacha "muy vergonzosa, muy tímida, que ni siquiera jugaba en los recreos". En 1945 murió su padre y comenzaron los problemas económicos. El librero que la surtía de novelas en Cádiz se enteró de que escribía novelas y la puso en contacto con la Editorial Bruguera; así, en 1946, escribió Atrevida apuesta. Al año siguiente la editorial la incluyó en su nómina de escritores y le encargó una novela corta a la semana. Sus novelas cortas románticas —de no más de cien páginas— son recibidas con sumo agrado por un nutrido número de lectores, y arrasan de manera cada vez más ascendente.

En 1951 la revista Vanidades firmó un contrato con Corín Tellado para que le entregara dos novelas cortas e inéditas al mes: la tirada de la revista pasó de 16.000 a 68.000 ejemplares quincenales. El corrector de pruebas era Guillermo Cabrera Infante, quien dijo que la lectura de sus novelas fue determinante para su posterior dedicación a la escritura. Llamó a Corín "la inocente pornógrafa".

En 1956 firmó un contrato en exclusiva con Bruguera por 150.000 pesetas. La Unesco declaró que Corín Tellado era la autora más leída en castellano después de la Biblia y Cervantes. A finales de 1966 apareció Corín Ilustrada, colección quincenal de fotonovelas. De la primera, Eres una aventurera, se vendieron 750.000 ejemplares en una semana. En 1970 se estrenó el filme Tengo que abandonarte, inspirado en una novela suya y dirigido por Antonio del Amo. En 1977 Corín se estrenó en el serial radiofónico con Lorena, historia de una chica de alterne, pero sus alusiones