Creación como Mística

No podemos seguir en una queja inoperante: hay que lograr el anuncio de una carga erótica que dirija el nuevo orden de lo sagrado y nos lleve por el mundo como quienes saben de qué se trata la vida, qué es lo que en realidad cuenta para el hombre y su designio en esta tierra a punto de colapsar. Creación como Mística, ofrece una escritura sinuosamente seductora que traza una cercanía con el poema-ensayo. Aquí se intenta poner en la mayoría de las manos la tarea de asumir el riesgo que implica la belleza y su contingencia con lo terrible. Las dinámicas de la música, la poesía, el arte en general y su diálogo con las ciencias sociales y humanas, nos sugieren un lugar diferente si acertamos a escuchar con atención las dinámicas de lo que se nos ofrece en su voluptuoso caminar. Por dicha razón hay que prestar atención a sus modos de hablar, situarse en sus inmediaciones sin el ánimo de quitarles la voz. Más bien, tratar de asegurar su permanencia -fuera de nuestra descomposición- para generar un alivio en los que reciban nuestra antorcha.