Estado laico y libertad religiosa (PDF)

Han transcurrido veinte años desde la promulgación de la Constitución de 1991 en
Colombia. Con la perspectiva que da el paso del tiempo es posible acercarse una
vez más a una de las cuestiones en las que la “nueva” Carta Política introdujo
cambios más significativos. Nos referimos al tratamiento de la cuestión
religiosa, y más concretamente al derecho de libertad religiosa. Las materias
tratadas en este volumen tienen en común que hacen parte de lo que, en general,
se suelen llamar las relaciones entre el Estado y la religión, entre el Estado y
las confesiones religiosas. En su dimensión jurídica, este tipo de relaciones
son estudiadas por una disciplina que en diversos países (Alemania, Italia,
España…) se conoce como Derecho Eclesiástico del Estado. Esta rama del Derecho
estudia el fenómeno religioso en su dimensión civil y por tanto desde el punto
de vista del Estado. Su objeto es la regulación jurídica estatal del hecho
religioso. Como puntos principales de referencia destacan el derecho a la
libertad religiosa y el estatuto jurídico civil de las iglesias y confesiones.
La Constitución de 1991 no nació “de la nada”. Fue el fruto de los intensos
debates que, durante cinco meses, se dieron en el marco de la Asamblea Nacional
Constituyente. Un tiempo breve, es más, brevísimo, que explica en buena parte
las críticas de que ha sido objeto el texto constitucional. En cualquier caso,
entendemos que el estudio y análisis de esos debates es el camino más seguro
para entender las normas promulgadas en 1991.
La publicación quiere ser por tanto, en primer lugar, una contribución al
conocimiento del pensamiento o mente del legislador, a través de la historia
fidedigna de algunos de los textos de la Constitución de 1991. Además de su
interés histórico, este criterio hermenéutico puede resultar útil para una mejor
comprensión del sentido y alcance —y también de las limitaciones— de los textos
constitucionales. La visión retrospectiva es inseparable de los desarrollos
posteriores a 1991, contenidos en la legislación y en la abundante
jurisprudencia de la Corte Constitucional. Se trata de un proceso, como se sabe,
“abierto”, y no exento de divergencias y contradicciones. Los primeros capítulos
abordan tres cuestiones que, de algún modo, resumen todo el contenido de los
nuevos principios en materia de relaciones entre el Estado y las iglesias: la
invocación a Dios en el Preámbulo, la proclamación de las libertades de
conciencia y de religión, y la regulación jurídica civil de los matrimonios
religiosos. Dentro de este marco general, van apareciendo cuestiones que
requieren un análisis más detenido, y que son objeto de los capítulos siguientes
(el Estado laico, el Concordato, los efectos civiles de los matrimonios
religiosos, la situación de las comunidades indígenas, las objeciones de
conciencia y la educación religiosa).