La Obra Del Espíritu Santo (ePub)

El Espíritu Santo, una PERSONA DIVINA

"¿Por qué ha llenado Satanás vuestro corazón para mentir al Espíritu Santo? No habéis mentido a los hombres, sino a Dios". Hechos 5:3, 4.

Todo lo que caracteriza a una persona se atribuye al Espíritu Santo en las Escrituras. Se dice que es enviado, que viene, que actúa. Enseña, conduce y guía. Habla, revela y da testimonio. Es vejado, contristado y resistido.

Es una persona divina, igual al Padre y al Hijo, en poder, majestad y gloria. Está asociado al Padre y al Hijo en la ordenanza del bautismo, pues somos bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. También está asociado al Padre y al Hijo en la bendición apostólica: "La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con vosotros". ¿Es el Padre una persona? También lo es el Espíritu Santo. ¿Es divino el Padre? También lo es el Espíritu Santo.

Se le atribuyen todos los atributos de la Divinidad; y tiene derecho a la adoración, gloria y honor de la Iglesia, igualmente que el Padre y el Hijo. En la Palabra se utilizan todos los pronombres personales y se le atribuyen todos los actos personales.

Distinto del Padre y del Hijo - es uno con el Padre y el Hijo, y posee en sí mismo la plenitud de la naturaleza divina, siendo natural, esencial y eternamente Dios. Oh Espíritu Santo, danos una visión clara de tu personalidad distinta, de tu naturaleza divina y de tu gloria esencial; permítenos verte en tu Palabra, sentirte en nuestros corazones y gozar de una dulce comunión contigo día tras día.

"¿No sabéis que vosotros mismos sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios vive en vosotros?". 1 Corintios 3:16

"¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual habéis recibido de Dios?". 1 Corintios 6:19